Soñé con unas tierras sagradas.

Yo no soy creyente ni nada por el estilo...
Estaba soñando dentro del sueño, y ese segundo sueño me llevaba a un desierto en el que el cielo tenia vida propia y me decía: "Sal de estas tierras sagradas". Asustado porque no sabia como salir, desperté sudoroso. Entonces, saliendo a dar un paseo me encuentro con que el cielo del mundo real estaba siendo engullido por una luz muy fuerte. La gente gritaba asustada.
Esa luz nos engullo y todos aparecimos en el desierto de antes viendo a una persona sentada en una especie de trono de arena. Tenia un color de piel propio de los Árabes y estaba algo gordillo. Se levantó y nos dijo: "Yo soy ese ser al que vosotros llamáis Dios".

Lo recuerdo a la perfección porque después de esa frase, me desperté y lo apunté rápidamente.