18 jul 2011
Deseos de cosas imposibles
En el sueño estábamos pasando el día en una parcela o algo así. El caso es que recuerdo que en la escana estaban dos amigas mías, una pareja casada y otra pareja casada que era familia de la anterior. Las dos parejas tendrían unos treinta años. Mis amigas y yo (de diecisiete años) teníamos relación con ellos en el sueño y por eso estábamos allí, aunque no sé de qué los conocíamos. El caso es que una de las parejas se trataba de un hombre alto, apuesto, rubio y de ojos azules, y una mujer morena y guapa; la otra pareja la recuerdo con menos claridad, él era rubio y ella también y no sé si ella era hermana del hombre de la primera pareja. Bueno pues, la mujer morena se iba y nos quedábamos los demás, que decidíamos darnos un baño en una piscina que había tras una especie de muro, en la misma parcela. El hombre rubio de ojos azules y yo nos echíbamos miradas de vez en cuando. Entonces mis dos amigas se metían en el agua por su cuenta y hablaban entre ellas; la pareja otra pareja que mencioné también se metían en el agua y él la cogía a ella en brazos y reían juntos; y por último el hombre rubio cuya mujer se había ido se metía en el agua conmigo y...también me cogía en brazos. Algo curioso es que todos estábamos en bañador salvo él, que llevaba una camiseta azul a juego con sus ojos pero que en absoluto le calaba el agua o se mojaba dicha camiseta. Yo me agarraba a sus hombros, percibía su pecho musculado y me gustaba su contacto. Los demás no parecÃan darle importancia, solo estábamos haciendo el tonto.. Pero después la pareja salía del agua y se iban por detrás del muro de la piscina de forma que no veían la piscina. Mis amigas estaban a cierta distancia del hombre y yo y nos miraban oliéndose algo pero seguían hablando entre ellas para no comprometer la situación. Entonces todo pasó deprisa, los dos sabíamos que no debíamos, pero queríamos. Y pudo! más el deseo. Él hizo un comentario sin importancia, como s! i fuese a comenzar a hablar de un tema, y pillándome de imprevisto, me comenzó a besar. Yo respondía ese beso, despacio, suave...hasta que me pasó algo rarísimo que me dio mucha vergüenza; me sonaron las tripas y me quedé tan quieta que el beso acabó. Sabíamos que no debíamos haberlo hecho, pero la cuestión es que ya estaba hecho. Él salió de la piscina porque creo que acababa de volver su mujer, después regresó pero yo estaba muy cortada, y casi ni nos miramos.. Él había hecho mal por su mujer, y yo también había hecho mal..aunque algo en nuestro interior nos llamaba a estar juntos..
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